Ceniza y ramas secas

Ceniza y ramas secas

Ahora que son libres
los últimos peldaños del abismo,
que convertidos en astillas
ya flotan remolcados por el tiempo
hacia el tibio latir del horizonte.

Ahora tú regresas
sigilosa, latente,
como un sueño de escarcha
que despierta implacable
su anhelo de frescura,
en cada gota suspendida en el pasado.

Ahora, recuerda que te fuiste
y el lento entretejer
de las arañas, en el vientre
de tu pecho, callando
cuidadosas, el puro estremecerse
de la vela.

Ahora que son libres
resucitas,
éste vaivén de tibias amapolas
mecidas al suspenso de la espuma,
vibrando como lenguas
de una llama
antaño perceptible.
Y agarras firmes
las cenizas,
confiada en el augurio que proclamas
con fe del que despierta
sumido en la ignorancia de su sueño.

Bien sabes que olvidaste
soñolienta,
la virtud de exprimir hasta las brasas
el dormido fulgor de las cenizas.

Nuevo manual de inexperiencias. Devenir.2011

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