Idílica conciencia
«El hombre es una realidad utópica, que es y no es, que es lo que todavía no es y tal vez no pueda ser. Consiste en ser una realidad proyectiva, futuriza, deseante, nunca lograda, nunca conclusa, en suma, utópica». Julián Marías.
Idílica es la muerte que no ha sido,
la vida que ya fue,
el verso no expresivo
del árbol celestial de la conciencia.
Idílico el legajo del poema
que aún no fuera escrito,
porque sólo al calor de su conciencia
descubres lo escondido
sobre el trazo invisible de la pluma.
Así, utópicos, los sueños de los niños:
“Justicia, libertad”, se graban en el fuego
de un pensamiento exiguo.
Son ceniza en la luz de la mañana
pues, una vez ardidos,
se pierden en las ínsulas del tiempo,
cual verso suspensivo,
cual vida nunca hallada,
cual fin nunca cumplido.
30-11-2014