Río anónimo
Lanjarón tiene un río
que, de verme llorar, anda salobre.
G.P.
Río mío de nieve. Río de prisa
arcana y musical en tu ribera.
Agua de mi querencia, que te espera
de par en par a tu altivez sumisa.
Lleva mi piel el áncora y la brisa
de tu presencia verde y marinera.
Tu noria circundó mi voz primera,
mi barco de papel y mi sonrisa,
Pero, ¡ qué lejos ya! ¡Cuánto pasado
por tu gastada orilla! ¡Qué distantes
el caballo, la arena…! ¡ Y qué porfía
le clavas a mi ausencia, desbocado
para seguir – tan río como antes-
escupiéndole al mar la muerte mía!
Debajo del silencio. Granada.1966
Comentario
Soneto que destaca por su ritmo, fluyendo de una manera sorprendente, arrastrando al lector, como si de un verdadero río se tratará, hasta la desembocadura del poema, corriente magistral e inexorable.
Otro comentario a este soneto a través del siguiente blog:
http://juangregorioaviles.wordpress.com/2011/10/14/un-endecasilabo-que-echa-a-correr/